Edición: Alacraña
Diseño: Lapis
Ilustraciones: Joan X. Vázquez
Textos: Erik Alonso, Marina Azahua, Jazmina Barrera, Emiliano Becerril, Raúl Bravo Aduna, Abril Castillo Cabrera, Tomás Castillo Cabrera, Aurelia Cortés Peyron, Jimena Eme Vázquez, Andrea Fuentes Silva, Lilian García-Alonso Alba, Elvira Liceaga, Astrid López Méndez, Juan Francisco Maldonado, Alejandra Moffat Varas, Gala Navarro, David Poireth, Alejandra Quiroz Hernández, María José Ramírez Herrera, José Luis Rico, Cristina Rivera Garza, Idalia Sautto Flores, Santiago Solís Montes de Oca, César Tejeda, Luis Téllez-Tejeda, Carlos Velázquez, Alaíde Ventura Medina, Karen Villeda, Isabel Zapata.
23 x 15.5 cm / 208 páginas
Interiores impresos en tinta morada / Guardas doble vista traslúcida 2 tintas
Primera edición, 2019
300 ejemplares
Abril Castillo
Coedición: Alacraña-Libros de Mano-La Duplicadora
Inktober propone cada año una lista de temas detonantes. En octubre de 2017, Abril Castillo completó el reto por primera vez. A partir de treinta y un palabras que pueden interpretarse de maneras distintas, Abril narró la vida de tres personajes durante un mes, sorteando empresas fallidas o rindiéndose a ellas.
10 x 12 cm / 72 páginas
Dos tintas / Impresión risográfica (fluorescent pink + blue) / Pasta dura / Guardas serigrafiadas
Primera edición, 2018
250 ejemplares
agotado
Abril Castillo
Epílogo: Javier Sáez Castán
Diario ilustrado de viaje cotidiano, la Sobremesa es accidente geográfico que no debe confundirse con la meseta, pese a constituirse ambas como “superficies aplanadas dotadas de elevación”, según palabras de Chatwin, el eminente viajero y geógrafo. Entre sus diferencias más conspicuas destacan esas formaciones cristalinas o cerámicas que embellecen las sobremesas conocidas como “platos”, “vasos” y “tazas”, las dos últimas, capaces de recibir y contener líquidos, a modo de cenotes. En efecto, sin los vasos y las tazas (sobre todo las tazas), las sobremesas resultarían espacios yermos, áridos, carentes de vida. Pero al recibir, a primeras horas de la tarde, afluentes de líquidos, en su mayor parte calientes, y a menudo azucarados, tazas y vasos atraen a toda clase de formas de vida que por su extrema diversidad y naturaleza nómada resultaría imposible definir. Como los caminantes de la pintura Shan Shui, que se detienen un momento al borde de un sendero en la montaña para asomarse a la bruma o al precipicio, la Viajera ha sabido revelarnos esos relieves recónditos y minúsculos. Todo eso queda patente recorriendo su cuaderno de viaje. Con la vista puesta en esos paisajes, nos disponemos a levantarnos de la silla.
Colección Los Indelebles
Coedición: Oink-Libros de Mano
900 x 50 cm / 32 páginas
Dos tintas / Encuadernación rústica
Primera edición, 2016